martes, 5 de mayo de 2015

La Obsolescencia Programada















La Obsolescencia Programada



Este video se inicia con la historia de Marcos López de la ciudad de Barcelona en España, técnico informático. El problema que tiene es una impresora que ha dejado de imprimir, consulta una serie de manuales de instrucciones y se da cuenta que los ingenieros determinan la vida útil de muchas impresoras al diseñarlas, lo consiguen colocando un chip contador dentro de la tarjeta electrónica de la impresora (EEPROM), que significa que cuando llega a un determinado número de impresiones la impresora se bloquea y deja de imprimir. Marcos consigue un software en Rusia, el programador facilito un documental para explicar la motivación; instala el software y la impresora se desbloquea y comienza a imprimir.
   Desde los años 20 se aplica la obsolescencia programada acortando la vida de los productos para aumentar las ventas. Durante la fabricación de las bombillas se redujeron la vida de la bombilla a 1000 horas. Muchos autores establecen que la obsolescencia programada es el deseo del consumidor de poseer algo un poco más nuevo, un poco antes de lo anterior, donde se aplica “usar y tirar”.
La bombilla más antigua se encuentra en California, EEUU. En 1972, el reportero Mike Dustan, empieza a investigar y pudo hablar con algunos bomberos jubilados y algunos de ellos tenían más de 90 años. Todo comienza en pueblo de Livermore en California de EEUU; donde Linny Owens, Presidente del comité de la Bombilla en 1972, busca averiguar la antigüedad de la bombilla. Esta bombilla comienza su función en 1901, teniendo 100 años de funcionamiento interrumpidos, en el 2001; siendo fabricada en Shelby, Ohio en 1895. El filamento es un invento de Adolphe Chaillet, creándola para que durara mucho tiempo y jamás compartió el secreto de su duración, convirtiéndose así en el primer producto victima de la obsolescencia programada.
   En navidad de 1924, en Ginebra se reunieron varios caballeros con un plan secreto y crearon el cartel mundial para controlar la producción de las bombillas y se llamo “Phoebus”, integrado por las empresas Philips, Osram y Lamparas Z, con el objetivo de producir lámparas incandescente de mil horas de vida útil, que por aquel año duraban dos mil quinientas horas, intercambiando para ello patentes. Este cartel incluía una lista de fabricantes de bombillas en todo el mundo, donde se repartieron patentes para controlar la producción y el consumidor para que este comprara con mayor regularidad y si la bombilla duraba mucho tiempo era una desventaja económica. En 1929, se fijaron multas en francos suizos para los miembros del cartel que no acataran la resolución, creando una tabla de multas. Para 1932, los miembros del cartel ya habían cumplido con su objetivo. Después de 80 años el historiador de la bombilla en Berlín Helmut Hôge, explicaba que “Phoebus” creo una burocracia donde se multaba severamente si no se regían por sus reglas.
Thomas A. Edicson (Inventor) el 21 de octubre de 1871, crea una lámpara con mucha resistencia con un filamento de gran estabilidad y en 1881, Thomas Edicson coloca en el mercado la primera bombilla con una duración de 1500 horas.
En 1925 se creó el “Comité de las 1000 horas de vida”, para reducir la vida de las bombillas y técnicamente “Osraw” registraba rigurosamente la duración de la bombilla.
En 1932, General Electric justificaba su idea por medios de videos, expresando que se realizaban las bombillas de esa manera para evitar el calentamiento de los espacio. Según Warner Philips, bisnieto de los fundadores de Philps, dice que en 1942, salio a la luz el cartel y fueron demandadas varias empresas entre ellas General Electric y en 1953, 11 años después se gana el juicio, lo cual jamás se implemento o se respeto. También fue creado un cartel llamado el “cartel internacional de electricidad”.
Según Nicols Fox, ensayista y periodista, habla sobre la duración de las medias de nylon, dice que durante la revolución industrial se crearon una gran cantidad de empresas y maquinas para agilizar la producción en masa.
En 1928, los comerciantes decían que un artículo que no se desgasta es una tragedia para los negocios, esta tragedia afecto directamente a Henry Ford considerado el padre de la producción en cadena. Cuando salió al mercado el modelo T de Ford, se vio que era muy rentable porque era barato y muy fiable, y duraba mucho tiempo, pero la General Motors apuesta por lo contrario con el nuevo Chevrolet: hacerlo mas bonito que el modelo T, para venderlo más, pero duraba menos y era menos fiable. Ello trajo consigo la retirada del modelo T de Ford en 1927.
En la década de 1930, la empresa General Electric escribe una carta diciendo que había que rebajar la vida de las linternas, para que las bombillas de las linternas duraran casi lo mismo que las pilas.
En 1929, cuando se inicia la crisis de Wall Street, decayó gravemente la economía de EEUU, y en 1933, se sufrió un desempleo de 25%, lo cual el gobierno creo estrategias sociales para darle trabajo a todo el que quería trabajar, brindando créditos a la sociedad
En 1940, Dupont crea una fibra sintética revolucionaria: el nylon, un producto que es muy resistente con el que no se hacían carreras; sin embargo, debido a que no se iban a vender muchas medias Dupont, da indicaciones de que los hombres de la sección de diseño, que volvieran a hacerlo usando fibras que no son tan fuertes, para crear algo más frágil que se rompiera, y así las medias no duraran tanto. La propietaria de mercería Carme Devesa, dice que las medias se probaron en distintos espacios y ambientes. Los químicos de Dupont estaban orgullosos y las mujeres estaban contentas ya que las medias no se corrían y no se les hacían carreras, pero Dupont se dio cuenta que no vendería muchas medias lo cual le dio ordenes a sus químicos para crear fibras mas débiles que no duraran tanto tiempo.
Según Michael Braungart, químico y coautor de” De la cuna a la cuna”, ayudó a rediseñar el proceso de fabricación de una fábrica de tejidos de Suiza, creando una sustancia biodegradable para la fabricación de tejidos. Este químico dice que es fácil acortar la vida útil de las medias porque no sólo están hechas de Nylon, sino que también llevan químicos (aditivos) que protegen el Nylon de la luz ultravioleta del Sol, si eliminas los aditivos o variando su cantidad el impacto del sol o del oxigeno debilitara las medias que se romperán fácilmente, es decir, la destrucción se puede programar. Braungart consideraba que era frustrante para los ingenieros usar sus conocimientos para crear un producto inferior después de tantos esfuerzos para hacer un buen producto, y que a pesar de todo sólo hacían su trabajo ya fuera crear un producto más débil o fuerte.
Según estudios considera que el origen se remonta a 1932, cuando Bernard London inversor mobiliario judío quien llego a New York en los años 20 desde la Alemania del este, era capitalista y filántropo, proponía terminar con la Gran Depresión lucrándose a costa de la sociedad a través de la obsolescencia planificada y obligada por ley, donde los productos tuvieran una vida de uso y que legalmente una ves declarado muerto fuera devuelto al gobierno para su destrucción (aunque nunca se llevo a cabo). En los años 50 resurgió la obsolescencia programa donde trataba de seducir al consumidor no obligarlo a comprar. El término de obsolescencia programa fue popularizado por primera vez en 1954 por el diseñador industrial estadounidense Brooks Stevens. Stevens tenía previsto dar una charla en una conferencia de publicidad en Minneapolis en 1954. Sin pensarlo mucho, utilizó el término como título para su charla. Este diseñador creo diseños de electrodomésticos y carros, los cuales jamás proyecto sus diseños para que fallaran a propósito, sino que dependiera del consumidor querer obtener un producto más nuevo sin la obsolescencia programa.
Según Dorothea Weitzner, hija del socio de Bernard London, ella conoció a London cuando tenía 16 años y le parecía excelente idea, ya que habría siempre trabajo y crecimiento económico constante recomenzando el capital invertido.
Según Boris Knuf en 2001, diseñador industrial dice que sin la obsolescencia programa no existirían Centro Comerciales, productos, trabajos, industrias, arquitectos, ingenieros, obreros, diseñadores, guardias de seguridad, entre otros. La economía creció a partir de los años 50 y cree que sin la obsolescencia programada los trabajos desaparecerán y es considerado el crecimiento el santo grial de la economía. Knuf en sus clases sobre el ciclo de la vida de los productos, le preguntaba a sus alumnos que cada cuanto cambiaban de celular y muchos de los jóvenes respondieron que cada año y otros cada 18 meses. La obsolescencia programa se enseña en las escuelas de diseño e ingeniería. La ética ya no cuenta en el mundo empresarial dominado por un único objetivo compras frecuentes y repetidas. Este profesor enseña a sus estudiantes que deben determinar la vida de los productos y a entender para qué empresa trabajan o van a trabajar, la renovación de sus productos, el modelo de negocios y que deben aprender a diseñar productos que encajen perfectamente con la estrategia de negocios del cliente.
Según Serge Latouche, economista y profesor emérito de economía de la Universidad de París, defensor del sistema económico del decrecimiento, que propone reducir nuestra huella del despilfarro, sobreproducción, sobreconsumo y critico de la sociedad de crecimiento, cree que vivimos en una sociedad de crecimiento donde la lógica no es crecer para satisfacer necesidades sino crecer por crecer, y crecer infinitamente con una producción sin limites y para justificarlo el consumo debe crecer sin limites. El profesor escribe sobre el mecanismo del crecimiento, y dice que existen 3 instrumentos fundamentales: la publicidad, la obsolescencia programada y el crédito, y quienes crean que un crecimiento ilimitado es compatible con un planeta limitado debe estar loco o es un economista y no todos somos economistas.
Según John Thackara, diseñador y filósofo de Francia, expresa que en la ultima generación nuestro papel se limita a pedir créditos para comprar cosas que no necesitamos, no tiene sentido y crear un producto nuevo cada 3 minutos no es necesario. Este diseñador ayuda a gente de todo el mundo a compartir ideas de negocios y de diseño más sostenibles.
Según Giles Slade autor de “Made to Break”, dice que entre los ingenieros se daban cambios de consciencia, en un debate la vieja escuela de ingenieros creían que debían hacer productos duraderos que nunca se romperán y los de la nueva escuela motivados por el mercado, querían hacer productos tan desechables como fuera posible; el debate se resolvió cuando la nueva escuela ganó la partida.
En los años 50 los consumidores comenzaron a cuestionar la obsolescencia programada y los trucos de los fabricantes, donde la Asociación de Consumidores de EEUU, puso a pruebas la vida útil y la durabilidad una serie de productos y publicó los resultados en su revista “CONSUMER”, esta asociación empezó a presionar al gobierno para conseguir protección legal para el consumidor y 20 años después la Asociación ganó una importante batalla contra la obsolescencia programada al promulgar las primeras leyes sobre la garantía de los productos. Este tema aparece en los films una obra teatral del dramaturgo y escritor Arthur Miller llamado “La muerte del viajante”. En el libro “The Waste Makers(Los fabricantes de residuos) es un libro en 1960 el consumismo por Vance Packard . Este escritor era famoso por el libro “el poder de la publicidad”, y “The Waste Makers” fue el primer análisis académico sobre la obsolescencia programada y fue el más vendido. El libro sostiene que las personas en los Estados Unidos consumen mucho más de lo debido y son perjudicados por su consumo. En los finales de los años 50 en plena guerra fría aun parecía posible la victoria del consumismo sobre el capitalismo como sistema político y económico. La economía comunista no se basaba en el libre mercado, sino que estaban planificadas por el Estado gubernamental, era poco eficiente y sufría una falta de recursos crónica, en ese sistema la obsolescencia programada no tenia sentido.
En la antigua Alemania del Este, la economía comunista más eficiente donde las normas estipulaban que las neveras y lavadoras debían funcionar durante 25 años, según las investigación en Berlín de Helmut Hôge historiador de las bombillas explicaba que e 1981 una fabrica de Berlín del Este llamada NARVA, empezó a producir una bombilla de larga duración y presentaron la bombilla en la Feria Internacional de “Hanover” en 1981, para conseguir compradores occidentales. Durante esta feria los colegas de la Alemania del Oeste les dijeron a los fabricantes que se quedarían sin trabajo y estos respondieron que “No al contrario conservaremos nuestros trabajos, si ahorramos recursos y no malgastamos Tungsteno”, los compradores occidentales rechazaron la bombilla; en 1989 cae el muro de Berlín y la fábrica cerro y la bombilla de larga duración  dejo de producirse, ahora se puede ver en exposiciones y museos; era una bombilla para 220-240V, de 60W. Después de 20 años de la caída del muro de Berlín, el consumismo se da tanto en el Este como en el Oeste.
En la Internet se encuentran consumidores dispuestos a luchar contra la obsolescencia programada. Los hermanos Neistat hicieron una campaña informando de que las baterías del Ipod de Apple no duraban más de 18 meses y no había manera de cambiar la batería, porque Apple no vendía baterías de repuesto. Entonces la abogada Elizabeth Pritzker se interesó por el caso y denunció a Apple por el caso de las baterías. En 2003, las baterías de la primera generación de iPods duraban alrededor de 18 meses, a lo cual la empresa respondía que los usuarios deberían comprar un iPod nuevo, porque Apple no ofrece baterías de recambio. La abogada Elizabeth Pritzker presenta una demanda colectiva, conocida como: Westley contra Apple. En el juicio, con base en documentos técnicos, se descubrió que la batería había sido diseñada desde un principio para tener una vida corta. Los demandantes ganan el juicio y Apple termina creando un Departamento de recambio de baterías. Además, se extendió la garantía del producto a dos años; otros usuarios recibieron compensación entre ellos Andrew Westley de 50$ para cambiar por otro iPod; al final la obsolescencia ganaba porque igual cambio el iPod.
En Gana llegan muchos residuos electrónicos y el activista medioambiental Mike Anane, creó una base de datos con etiquetas y contactos de todas las empresas que mandan los residuos tecnológicos a Ghana, para poder así denunciar a todas estas empresas; a través de los tratados internacionales prohiben el envío de estos residuos, pero los comerciantes los declaran como productos de segunda mano y así vuelven a entrar al país, colocando los que si funcionan delante de los container y los dañados detrás; en Gana todo se repara no se tira. Andrew Owusu, técnico informático, compra estos residuos (computadores) y los repara para luego venderlos a estudiantes y escuelas; Andrew no entiende la mentalidad de los países desarrollados de “usar y tirar”, porque en África es difícil conseguir un computador, por eso se reparan no se botan.
Según Mike Anane, resulta que más del 80% de los residuos electrónicos que llegan a Gana no se pueden reparar y terminan en basureros por todo el país. En el vertedero o basurero de la ciudad de “Agbogbloshie”, existía un río “el Odaw”, que tenía mucha vida natural la cual ha sido destruida convirtiendo el río en un basurero de residuos electrónicos, donde jóvenes y niños buscan metales y chatarra para luego venderlos quemando los plásticos lo cual les a causado enfermedades respiratorias, esta chatarra es vendida a los primeros comparadores que son Dubai y China. Los ambientalistas quisieran cerrar la brecha entre los países y que no se envíen más de estos residuos, ya que han convertido su país en el basurero del mundo; esto indica que si siguen así, ya no quedarán lugares donde poner más residuos, ya que estos plasticos duran mucho tiempo para descomponerse.
Warner Philips, descendiente de la dinastía de los fabricantes de bombillas, creó, después de cien años de la aparición del cartel de la bombilla, una bombilla L.E.D. que tiene una duración de veinticinco años. Este fabricante explica que a su entender la obsolescencia programada se ha desarrollado porque hay incentivos económicos, porque para una empresa es mas rentable fabricar productos que solo duren 3 años o 1000 horas, porque así vende más; sabemos que el planeta no podrá sostener ese ritmo para siempre, ya que los recursos naturales y energéticos son limitados. Este comerciante dice que las empresas deberían crear nutrientes no residuos y muchos críticos crean lo que se llama revolución cultural para resumir el consumismo y mejorar el ambiente libre de producción.
Según las teorías de la sociedad del descrecimiento hace realidad la visión de Ghandi: “el mundo es suficientemente grande para satisfacer las necesidades de todos pero siempre sera demasiado pequeño para la avaricia de algunos”. Los críticos más radicales de la Obsolescencia Programada sostienen que no basta con reformar los procesos productivos, sino que es preciso replantear la economía y nuestros valores. Esta revolución se llama decrecimiento.

Personajes que aparecen en el documental
  • Serge Latouche, economista y profesor de la Universidad de París, defensor del sistema económico del decrecimiento, que propone reducir nuestra huella del despilfarro, sobreproducción, y sobreconsumo.
  • Michael Braungart, químico y coautor de “De la cuna a la cuna”, en donde propone que la industria debería imitar el ciclo virtuoso de la naturaleza, el cual no produce desechos, sino nutrientes. Por ejemplo, creando productos biodegradables.
  • Marcos López, técnico informático. Los problemas de este barcelonés con una impresora son el hilo conductor de Comprar, tirar, comprar
  • Casey Neistat, video artista. Él y su hermano pusieron contra las cuerdas a Apple con la realización de un corto de denuncia sobre la corta vida útil de las baterías del iPod.
  • Elizabeth Pritzker, abogada. Oyó hablar del vídeo de los Neistat y decidió demandar a Apple. Su idea se extendió por Internet y captó la atención de miles de afectados.
  • Mike Anane, periodista. Este ghanés lucha contra la obsolescencia programada desde el final de la cadena. Recopila información sobre los residuos que llegan a su país.
  • John Thackara, diseñador y filósofo. Ayuda a gente de todo el mundo a compartir ideas de negocios y de diseño más sostenibles.
  • Warner Philips, bisnieto de los fundadores de Philips. Plantea alternativas desde el mundo empresarial. Fabrica una bombilla L.E.D. que dura veinticinco años



    En conclusión, con respecto al video, se puede decir que es un tema con varias expectativas, debido a que en mi opinión personal, la obsolescencia programada es una estrategia de mercadeo viable, ya que si se aplica genera siempre empleos y productividad; sin embargo, con lo que si estoy en desacuerdo es con los daños ambientales y “la poca duración de los productos(OJO)”, es decir, que deberían aplicarse las leyes reglamentarias sobre ese caso; y se comprometerían a establecer una vida de duración de los productos de bombillas a mas 5 años y que sean ahorradores de energía para complementar el cuidado del planeta. Con respecto al segundo video o película, no se encuentra disponible en la red por lo tanto no puedo opinar sobre eso.

      En lo que se refiere a presentarle ejemplos concretos, se puede decir, que si puedes pagar más por una bombilla que dure más tiempo, es preferible, ya que las bombillas normales tienen cierta duración y es molesto tener que comprar una cada rato, sin mencionar el daño ambiental que eso representa. Entre otro ejemplo, también se dice, que los televisores de plasma o LCD, tienen una vida de duración y con honestidad no estoy de acuerdo, pero sin embargo, si se ve desde el punto comercial, es una estrategia que se considera, porque si no, no existirían empleos y productividad, además en la actualidad se trata de seducir al consumidor no obligarlo a comprar, por lo tanto en consideración a lo antes planteado y estoy de acuerdo con la obsolescencia programada, desde el punto de vista comercial. 

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy extenso, un blog trata de citar fuentes o hacer notar que se continúa con un tema que empezó otro blog, pero esta 100% excelente de información.

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